Por tercer año consecutivo, el concurso logró reunir las obras de estudiantes de distintos niveles de los establecimientos PACE de la región.
En una solemne y significativa ceremonia de cierre, se realizó la premiación de la III Versión del concurso No se PACE: Microcuento en 100 palabras, actividad organizada por el equipo perteneciente al Área de Preparación en la Enseñanza Media (PEM) del Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE) de la Universidad de Tarapacá.
A la cita, que se desarrolló en el auditorio de la Facultad de Ciencias de la Salud, fueron invitados los estudiantes de establecimientos PACE, sus profesores y el equipo PEM. Al inicio, se entregaron palabras de estímulo y felicitaciones a los estudiantes, a la vez que se les instó a seguir explorando en la veta literaria que muchos descubrieron en el transcurso del proceso creativo de sus obras. También fueron reconocidos los docentes, que acompañaron a sus estudiantes en todo el proceso y se premió a los ganadores con sus obras.
CONCURSO
La invitación fue a crear breves historias frente a la consigna: “Una visión al futuro”. Considerando que los espacios de reflexión e interacción de las y los estudiantes poco a poco vuelven a la normalidad luego de las restricciones de la pandemia, que generó diversas emociones, sensaciones y cosmovisiones de la vida, el programa planteó el concurso de microcuentos como un espacio de expresión, catarsis y empatía en torno a cómo el futuro podría remecer el contexto social y personal de la humanidad.
Se recibieron 214 obras, las que fueron examinadas exhaustivamente por el equipo de lenguaje del PACE, proceso de revisión y ajustes que fortaleció la fase creativa de los estudiantes. Finalizado este proceso, fue el turno del jurado, compuesto por profesionales especialistas que se sumaron a este trabajo para calificar y entregar su veredicto respecto de las obras ganadoras.
IMPRESIONES
José Imaña Cerda coordinador del Área de Preparación en la Enseñanza Media del PACE, manifestó su satisfacción por el desarrollo del concurso y la ceremonia culmine de esta actividad. “Estamos muy contentos de haber realizado la tercera versión del concurso. Hemos tenido gran participación de nuestros estudiantes de tercero y cuarto medio, lo cual ha significado un arduo trabajo para el equipo de profesionales de lenguaje, quienes estuvieron a la cabeza de esta actividad. Además destacamos la presencia de los jurados quienes dieron realce a la actividad y destacaron por su compromiso y motivación.
Por su parte, Yéndely Acevedo Zavala, docente del Liceo Agrícola José Abelardo Nuñéz Murúa, de Azapa, señaló que “si bien el concurso es una invitación abierta, se tomó desde una mirada pedagógica. Hubo un proceso de creación textual desde el área de lenguaje del establecimiento. Los estudiantes de tercero y cuarto medio realizaron sus borradores, reescribieron y participaron”. Con relación a la experiencia vivida por los estudiantes, Acevedo agregó que “al principio fue desafiante. Escribir mirando el futuro es complicado, sobre todo en estos tiempos en que todo cambia muy rápidamente, pero después le fueron tomando el gusto y hoy están muy emocionados por el resultado de sus obras”.
En esa línea Erik Martínez, estudiante de cuarto medio del mismo establecimiento, expresó su alegría por la oportunidad de participar y por el segundo lugar obtenido en el concurso. “Me dicidí a participar motivado principalmente por la profesora Yéndely. La verdad no tenía expectativas pese a que trabajamos bastantes horas en este proyecto, pero el trabajo tuvo sus frutos, me llevé la grata sorpresa haber obtenido el segundo lugar y me siento muy feliz y orgulloso. Fue una bonita experiencia e invito a todos los estudiantes a participar en una nueva versión de este concurso”, remarcó el estudiante.
Jacqueline Flores, estudiante de tercero medio del Liceo Octavio Palma Pérez, también compartió su opinión, expresando que “trabajé con mucha dedicación en mi microcuento, sinceramente no me tenía mucha fé, pensé que no ganaría ni una mención, pero gané el tercer lugar y eso queda como prueba de que el trabajo arduo trae siempre cosas positivas. Estoy feliz, con ganas de seguir escribiendo y ojalá este concurso se siga repitiendo para que más estudiantes participen, crezcan y se crean el “cuento”, cerró la estudiante.
